Un picapleitos es un término del argot para el abogado malo, indocto o poco entregado, alguien que actúa de una manera insuficiente o no actúa ni prosigue los pleitos y que por ello posee mala reputación. Por extensión, denomina al abogado falto de deontología (ética profesional) o abiertamente deshonesto en la práctica del derecho. Tiene un marcado carácter despectivo.[1]Pleitista es un sinónimo del término, y tiene un significado afín a palabras como leguleyo, rábula, buscapleitos, tinterillo o abogado de secano.[1]
Etimología
En español la palabra es compuesta y define a aquel que no profundiza en ningún pleito a causa de su ignorancia o temor a perderlo o a meter la pata, sino que se limita a empezarlo y a dar largas como charlatán a los clientes hasta que le viene otro, en que hace lo mismo: hacer como que hace.[1] En inglés su equivalente es shyster, un vocablo del slang, con etimología controvertida.[2][3]
Referencias culturales
En 1932 y 1933, Groucho y Chico Marx actuó en una comedia de situación llamada Volante, picapleitos y envolvente del volante, que describía las desventuras de una pequeña firma de abogados. En la película de Hermanos Marx , Monkey Business, aparece en las líneas siguientes:
En El caso de las garras de terciopelo (1933), el primero de las novelas de Erle Stanley Gardner sobre Perry Mason, el abogado ficticio dice de sí mismo:
Notas y referencias
- Notas aclaratorias
- Notas al pie
- Bibliografía
- Karrass, Chester L. (1974) Dar y Tomar. New York: Thomas Y. Crowell. p. 194. ISBN 0-690-00566-0.




